LA FALTA DE TIEMPO, LA NUEVA “EPIDEMIA DEL SIGLO XXI”
- Cristina Rodríguez García-Rojas

- 15 may 2021
- 2 Min. de lectura
Es muy frecuente que la población recurra a esta frase: no me da tiempo, y por ese motivo se tiende a descuidar la alimentación y los hábitos diarios. Hoy en día las obligaciones del día a día son tales que muchas veces nos falta el tiempo y por ese motivo podríamos considerarlo un factor de riesgo más, que hace que no nos alimentemos de la forma adecuada.
Largas horas en el trabajo, las tareas del hogar, los hijos, comer fuera de casa, las preocupaciones… hacen que muchas veces se recurra a comida rápida, precocinados, picotear entre horas o incluso nos saltamos alguna comida. A todo esto le sumamos la falta de actividad física y es como una bomba de relojería, ya que muchas veces nos metemos en ese bucle y hay que salir de él.
En este post te vamos a dejar algunos consejos para evitar todo esto, ¿te apuntas?
Qué hacer si tenemos que comer fuera de casa a diario
Evitar refrescos azucarados, pedir agua, infusiones, bebidas light o leche desnatada.
Si vas a un restaurante recuerda tomar primero el plato de verdura o ensalada para disminuir el apetito.
Cambiar acompañamientos como patatas fritas por ensalada o verdura a la parrilla, por ejemplo.
Tomar como plato principal uno que incluya verduras en elevada proporción.
Elegir raciones pequeñas o medianas o si fuese grande, compartir o separar lo que no se va a comer.
Pedir platos que hayan sido cocinados con técnicas culinarias adecuadas, plancha, horno, hervido, parrilla o cocido.
Evitar opciones de buffet libre ya que se controlan menos las raciones y se tiende a ingerir más cantidad de la necesaria
En el trabajo, realiza las medias tomas –media mañana y merienda– para evitar hipoglucemias.
Intenta introducir dietas ricas en fibra –saciantes– y disminuir las grasas saturadas e hidratos de carbono en gran cantidad


Qué hacemos si no hay tiempo para cocinar a diario
El día de la semana que tengamos más libre, por ejemplo, un domingo se puede preparar un menú semanal y guardar en tuppers para el resto de la semana.
Conviene dejar fruta cortada y pelada lista para comer al llegar a casa
Si tenemos que recurrir a los buenos procesados, leer bien la etiqueta a la hora de comprarlos.
Puedes dejar preparados snacks saludables como frutos secos naturales, lácteos, pulga de pan integral con queso fresco o jamón…
Asegúrate un desayuno completo, equilibrado y variado para comenzar bien el día.
Estos son algunos consejos que os dejamos para intentar regular los hábitos diarios, ¿se os ocurre alguno más? ¡Os leemos!




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