En qué fijarse cuando vemos un etiquetado
- Cristina Rodríguez García-Rojas

- 29 mar 2021
- 4 Min. de lectura
Un etiquetado ofrece muchísima información sobre el producto que queremos adquirir, pero probablemente os surjan algunas dudas a la hora de observarlo con detenimiento. A continuación os mostraremos en qué debéis fijaros para realizar una compra lo más saludable posible y correcta para vuestro organismo.
¡Tomad apuntes y adentraos en el mundo del etiquetado!

Qué aparece en un etiquetado
En un etiquetado debe aparecer siempre una información muy concreta. Entre ellos, que son los que vamos a analizar en este post, destacamos la lista de ingredientes, las sustancias que pueden causar alergias o intolerancias y la información o valoración nutricional.
A continuación os explicamos brevemente todos estos elementos para que hagáis la compra con una mayor seguridad.
Pero primero, y al margen de la información que ya se ha mencionado, queremos daros un consejo con respecto a otro de los datos que aparecen en el etiquetado y que pueden resultar de ayuda a la hora de hacer una compra más sostenible: buscad productos de cercanía y, para ello, fijaos en el país de procedencia y la empresa productora.
Información nutricional
Con respecto a la información nutricional, y según el Reglamento (UE) Nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo del 25 de octubre de 2011 sobre información alimentaria facilitada al consumidor, en el etiquetado es obligatorio indicar el valor energético y la cantidad de proteínas, grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares y sal por 100 gramos o mililitros de producto y por ración del mismo. También podrán aparecer datos acerca del contenido en minerales y vitaminas, o incluso cantidad de fibra alimentaria, entre otros valores.
Asimismo, para mayor trazabilidad del producto y fiabilidad por parte del comprador, también debería aparecer la denominación completa del producto, el origen del mismo, sus condiciones óptimas de almacenamiento, la cantidad neta, el % de alcohol, la fecha de caducidad o fecha de consumo preferente y el nombre de la empresa responsable.
Todo esto nos ofrece la información necesaria para poder comprar un producto con total confianza, teniendo en cuenta también que siempre ha de aparecer en un lugar visible, de manera legible y en el mismo campo visual, por lo que veremos el etiquetado fácilmente.
Ingredientes y alérgenos
Por otra parte, es de vital importancia que en el etiquetado aparezca información con respecto a los ingredientes y los alérgenos por la salud de las personas. En el caso de los alérgenos, todos ellos tienen que aparecer obligatoriamente en la lista de ingredientes de manera resaltada (en negrita o subrayados) para poder diferenciarlos de otro tipo de sustancias. Con respecto al porcentaje de cada ingrediente, debemos saber que es obligatorio que aparezca dicho porcentaje si el ingrediente sale en la descripción del producto. Para especificarlo os pondré un ejemplo -si en el envase pone “Tortitas de arroz con chocolate negro” en el listado de ingredientes debe aparecer el tanto por ciento de chocolate negro y de arroz que contiene-.

Otra cosa a tener en cuenta es que al leer los ingredientes están ordenados de mayor a menor, según la proporción que presenta cada uno en la composición del producto, esto nos puede ayudar a hacernos una idea de la calidad del producto u orientarnos a elegir uno u otro.
Etiquetado NUTRIscore o el semáforo nutricional
Asimismo, existe otra forma de averiguar lo saludables que pueden ser los productos de una manera más sencilla. Recibe el nombre de etiquetado NUTRIscore y pretende establecer un rango de colores –escalera de color entre verde, amarillo, naranja y rojo– y letras –A, B, C y D– para cada uno de los alimentos. De esta forma, se podrá averiguar rápida y visualmente si el producto es más o menos saludable. Concretamente, el color verde indica que sí es salubre y, el rojo, que no lo es tanto. Ocurre lo mismo para las letras, si aparece la A es un producto sano, y si es la D la que se muestra, no es demasiado beneficioso para la salud. También hace referencia al procesado de los productos. Cuanto más procesado sea peor valoración obtendrá, es otro dato a tener en cuenta.

Sin embargo, esta última forma de etiquetado no es cien por cien objetiva. De hecho, recientemente ha habido controversia a la hora de aplicar el etiquetado
e a productos típicos de la dieta mediterránea o de la gastronomía española como pueden ser el aceite de oliva virgen extra o el jamón serrano. ¿Se les va a aplicar este etiquetado? Un gran número de profesionales de esta industria ha reflejado su disconformidad ya que valoran estos alimentos como de baja calidad o poco saludables, actualmente se sigue discutiendo llegando incluso al Senado para decidir si aplican este etiquetado a dichos productos.
Por lo tanto, recuerda utilizarla complementariamente con el resto de información que obtenemos del etiquetado.
Nuestra dieta debe basarse en productos frescos de temporada como frutas y verduras, por lo tanto, si decidimos elegir productos procesados o elaborados es adecuado buscar aquellos con mejor valor nutricional en comparación con productos de su misma categoría.




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